CARTELERÍA

Laminados

El plastificado o laminado es una mejora óptica del producto de impresión y consigue un acabado especialmente elegante.

Este proceso se realiza posteriormente a la impresión, en forma de capa, aplica una fina lámina sobre el producto impreso. Los laminados y plastificados sirven para proteger los documentos y hacerlos más duraderos. Actúan de elemento protector a la humedad, el polvo, los agentes químicos o la luz solar directa.

La única diferencia que hay entre un laminado y un plastificado (también llamado encapsulado) es el grosor del material plástico. El laminado es de aproximadamente 50 micras mientras que el plastificado es de entre 100 y 200 micras. Por tanto, los documentos plastificados siempre serán más rígidos que los documentos laminados.

El laminado se puede aplicar en frío o en caliente y a 1 o 2 caras, según el material. En cambio, el plastificado se aplica siempre con calor y a doble cara. Pero ¡ojo!, hay algunos productos que,

si les aplicamos calor, como los vinilos adhesivos, se podrían dañar y por lo tanto siempre se tendrán que laminar en frío.

Los plastificados o encapsulados tienen un acabado muy limitado: mate o brillante. Sí que existen diferentes tipos de grosores de plastificado para dar más o menos rigidez a tus documentos. En cambio, el laminado tiene un abanico más amplio de acabados. Aparte de poder laminar en brillante o mate, también existe, por ejemplo, el laminado antideslizante para impresiones de suelo, el laminado softoutch de acabado sedoso o el laminado antihuellas.

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